Una Formación para la Sustentabilidad implica, necesariamente, revisar los principios mismos de la educación socialmente compartida.
Romper con la centralidad en el aprender de alguien que sabe, la creación de espacios que integren las diferencias y propuestas que superen las “miserias del propio sistema”; son principios básicos para lograr un cambio cualitativo y real hacia la construcción de una formación para la sustentabilidad.
Desde nuestra perspectiva, la Pedagogía Sustentable se basa en:
1. Desarrollar a personas en relación:
- Consigo mismas
- Con otras personas
- Con el mundo, en su totalidad
El tomar verdadera dimensión de que formamos parte de un sistema integrado vincular, nos permitirá encontrar equilibrio en nuestras acciones y actividades.
2. Desarrollar una comprensión filosófica del ser.
Encontrar en el análisis filosófico del ser demanda, necesariamente el vínculo con nuestra capacidad reflexiva, de allí que habilita la posibilidad de crear un ser integro, reflexivo y capaz de comprender diferencias de criterio y acción.
3. Desarrollar el cuidado del cuerpo e incorporarlo en la práctica cotidiana.
Nuestras sociedades han olvidado la integridad que implica una persona y resigna el cuidado del cuerpo a lugares tangenciales o sólo para aquellos que lo encuentran “apetecible”.
El desafío es encontrar la manera de desarrollar armónicamente todas las instancias que componen el ser, sin soslayar el cuidado del cuerpo como base fundamental del equilibrio que todo ser humano necesita para desarrollarse. Se trata de salir de los modelos tradicionales y encontrar nuevas prácticas que lleven a disfrutar el cuidado del cuerpo, sin vivenciarlo como una obligación instaurada.
4. Enseñar a aprender. Mucho se ha escrito en pos de cuál es “el juego de palabras” que mejor desarrolla al ser humano.
Desde nuestra perspectiva, la capacidad de aprender es innata al ser humano, pero debido a las diversas intermediaciones culturales, a medida que crecemos, vamos perdiendo el valor del “no saber” y caemos en el modelo de “completud” que supuestamente el adulto debe tener.
La mirada de un adulto completo, no deja espacio para el proceso de aprendizaje constante y lleva a crear instancias cerradas y duras. Esto se traslada a los vínculos y diversos ámbitos en los cuáles los adultos interactúan.
El desafío es aprender toda la vida, sin sentir que es por “inmadurez”. Para ello creemos que es indispensable la existencia de un enseñante que no necesariamente es una persona, pueden ser diversas instancias y experiencias de vida, que provocan instancias diferentes a las prácticas tradicionales.
Lejos de pensar en el modelo tradicional centrado en; un docente que enseña, concebimos que las instancias de enseñanza se enriquecen, cuando quien enseña puede venir de múltiples áreas, conocimientos y experiencias. Siquiera tiene que necesariamente tener el título de profesor o docente.
El proceso de enseñanza – aprendizaje en nuestra concepción es dinámico y está más vinculado a la vivencia de diversas experiencias, que a un entorno cerrado y específico de aprendizaje.
5. Lograr el disfrute de:
Las manifestaciones naturales, como experiencia de vinculación con el medio.
La propia producción humana en dos áreas de manifestación:
La tecnología
El arte
El sistema educativo tradicional ha basado su proceso de enseñanza – aprendizaje en principios alejados completamente del concepto de disfrute. La famosa frase “la letra con sangre entra” atraviesa la lógica más inmanente del sistema, llevando a prácticas que conllevan abusos de poder y situaciones de extrema obligación, poco felices para los aprendices.
Estas características se traslucen también en los procesos de aprendizaje de adultos, lo cual hace que los modelos sean recreados, pero respetando los principios básicos e históricos.
Acompañando estos principios, entendemos que quienes participen de las diversas instancias propuestas, deberán adquirir herramientas vinculadas a tres núcleos temáticos que, muchas veces, quedan fuera del alcance de las diversas ofertas de formación:
- Es indispensable trabajar el concepto de manejo de recursos de todo tipo, para poder disponer de proyectos que puedan integrar mejor las diversas opciones disponibles. Desde nuestra experiencia se deja de lado en los circuitos de formación tradicional, restringiendo su enseñanza a programas de posgrados. Necesitamos personas que sepan manejar recursos físicos, económicos, humanos, etc. El integrar este núcleo temático nos permitirá fortalecer, durante el mismo proceso de aprendizaje, los proyectos futuros.
El sistema educativo se caracteriza por “particionar” no sólo los procesos de aprendizaje (lo que podría estar justificado por la necesidad de simplificar el aprendizaje), sino todo lo vinculado a la gestión del sistema. Esto trae como inconveniente que muchas veces, las personas que trabajan en él, pierden la lógica integral, desvirtuando los elementos del propio sistema. Nos proponemos con la incorporación de este núcleo temático, proveer herramientas y recursos para poder visualizar cada proyecto en su integridad, pudiendo definir líneas de acción concurrentes, teniendo en cuenta el entorno y recursos disponibles.
- Dimensión socio – geográfico - espacial. El sistema educativo ha desarrollado propuestas escindidas del vínculo directo con el medio que lo circunda. A partir del trabajo en este núcleo temático, se ofrecerán herramientas y contenidos vinculados a la comprensión acabada del entorno directo.
- El desafío es encontrar nuevas prácticas que demuestren que las persona; pueden disfrutar de los procesos, alcanzando un nivel de completud y aprovechamiento del proceso educativo cualitativamente superior que aquel que debe renunciar a sentirse pleno dentro del proceso de aprendizaje. Estamos convencidos que estos principios tienen un impacto real y concreto en un cambio cualitativo del proceso de aprendizaje, trayendo como colación, la construcción de un nuevo paradigma pedagógico.